
Alberto Fernández le ordenará a su equipo económico que durante lo que duren las negociaciones fast track con los acreedores (las que deberán cerrarse antes de abril), se cumpla con todos los vencimientos de deuda. En otras palabras, el próximo Gobierno evitará el default hasta que se llegue a un acuerdo con los tenedores de deuda privada local e internacional, junto con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La decisión se tomó durante el fin de semana pasado, tiempo en el que el próximo jefe de Estado se dedicó a analizar la estructura de los próximos vencimientos de deuda, cruzándolo con el dinero disponible para hacer frente a los pagos, descartando que no estarán disponibles los u$s5.400 millones correspondientes al tercer desembolso comprometido en el stand by firmado en septiembre de 2018 con el FMI.
Según las sumas y restas del próximo oficialismo, las existencias como reservas disponibles, sumado a las compras de dólares que está ejecutando el Banco Central desde la aplicación del cepo hard, más unos u$s1.000 millones que aún quedan del desembolso anterior del organismo financiero internacional; alcanzarían para cumplir con todos los compromisos existentes hasta marzo. Además, consideran en el albertismo que si se cumple con los vencimientos en tiempo y forma, sería una carta de presentación más seria en el momento de renegociar la deuda, descartando así un escenario similar al de 2005, cuando el país estaba en default y había que reconstruir la confianza en la capacidad de pago de la Argentina.
Con este panorama, confían en el “albertismo”, estarían los dólares disponibles para cumplir con todos los vencimientos de deuda acumulados hasta marzo del año próximo, incluyendo un pago en diciembre de unos u$s600 millones de la liquidación de intereses del legendario bono a 100 años, una obra de Luis Caputo de la que particularmente el próximo Gobierno hará uso para criticar la política financiera de la gestión de Mauricio Macri.

El problema de los vencimientos es la aceleración que comienza en abril y se profundiza en mayo. Según el cronograma oficial, en el cuarto mes de 2020 vencen unos u$s2.890 millones, con lo que de demorarse el acuerdo con los acreedores, aún habría dinero disponible en las reservas para cumplir con los pagos comprometidos. El inconveniente es que para esa época se habrían utilizado casi el 75% de las reservas, y el dinero disponible en el BCRA habrá ingresado en zona roja. Muchos dentro del albertismo afirman que si se llegara a ese momento, se debería utilizar el teléfono directo con Beijing, para que se pueda habilitar el uso de los u$s20.000 millones provenientes del swap con China y que, por ahora, están vedados para el cumplimiento de vencimientos de deuda. Afirman en el albertismo que una llamada oportuna podría destrabar el permiso oriental, aunque sea para completar los pagos de abril..
